Escucha la señales de tu cuerpo. Tu cuerpo no solo rechaza alimentos, también rechaza energía
El cuerpo humano es un ser sabio. No lo digo yo, lo dicen todos esos mensajes llenos de cliché que nos suenan en las películas de motivación. Pero es que hay algo cierto en todo esto: tu cuerpo tiene la capacidad de decirte “no” cuando algo no le gusta, ya sea una pizza extra de queso a las 11 de la noche o una mala vibra que viene acompañada de una persona tóxica. Y aunque suene a charla filosófica de madrugada, tu cuerpo rechaza energía, no solo alimentos.
El cuerpo como una antena energética
A menudo nos centramos en cómo el cuerpo responde a los alimentos: la digestión lenta, el malestar estomacal, las alergias… Pero pocas veces nos paramos a pensar en cómo rechazamos energía. Es algo tan sutil que casi ni nos damos cuenta, pero sucede constantemente. Las energías pueden ser buenas, malas o… ¿cómo decirlo? ¿malísimas? Pero, seamos sinceros, nuestro cuerpo tiene un radar hiperdesarrollado para identificar todo esto.
Cuando hablamos de energía, no estamos solo hablando de lo que puedes ver o tocar, sino de las vibraciones que los lugares, las personas, o incluso los objetos, transmiten. Así que, ¿te ha pasado alguna vez que entras en un lugar y sientes como si algo no estuviera bien, aunque no haya razones lógicas para pensar eso? Claro, ¡es tu cuerpo diciendo que esa energía no es de fiar!
¿Cómo sabe tu cuerpo qué energía es buena o mala?
Es un misterio que la ciencia aún no ha resuelto, pero si te pones a pensar, es como el wifi. El cuerpo tiene su propio sistema de conexión para captar energías. A veces, incluso antes de que alguien abra la boca, tu cuerpo ya ha recibido la señal: alerta roja, esta persona no me mola. O, en el mejor de los casos, “wow, esta persona tiene una energía brutal”. Es una conexión que va más allá de lo racional, y muchas veces, nos negamos a reconocerla por miedo a ser excesivamente sensibles. Pero la verdad es que si tu cuerpo te está diciendo “huye”, es probable que no se equivoque.
¿Cómo se manifiesta el rechazo de energía en tu cuerpo?
Es sencillo, aunque nos cueste creerlo: el cuerpo siempre da señales. Pero claro, como estamos tan enfocados en otras cosas (y en tratar de mantener la compostura), pasamos por alto esas pequeñas alarmas. Aquí te dejo algunas de las más comunes que, si las conoces, te harán pensar dos veces antes de ignorarlas.
1. Tensión o incomodidad física
Quizás no lo habías notado, pero la incomodidad en el cuerpo es uno de los primeros signos de rechazo energético. Si te sientes tenso, con dolor de cabeza, malestar estomacal o, en el peor de los casos, sudando sin razón aparente, probablemente estés experimentando una respuesta energética negativa. Este es tu cuerpo intentando alejarse de lo que no le viene bien.
2. Fatiga inexplicable
Cuando un lugar o una persona está cargada de una energía que no te beneficia, tu cuerpo lo siente. Es como si toda tu energía se esfumara. Si después de una reunión o un encuentro con alguien te sientes agotado, incluso sin haber hecho nada físico, es porque te has expuesto a vibraciones tóxicas.
3. Náuseas o malestar digestivo
Y no, no es que hayas comido algo en mal estado, pero si sientes que tu estómago se revuelca después de estar con alguien o de pasar por ciertos lugares, quizás tu cuerpo esté diciéndote “esto no lo trago”. Las náuseas pueden ser una señal clara de que la energía que te rodea no es compatible con la tuya.
4. Sentimiento de ansiedad o inseguridad
Cuando tu cuerpo está en un ambiente con mala energía, es normal que sientas un aumento de ansiedad o incomodidad. De repente, tus pensamientos se vuelven más negativos y te preguntas qué está pasando. Este tipo de ansiedad puede ser una respuesta energética a situaciones que, aunque no puedas ver, te están drenando emocionalmente.
Escucha a tu cuerpo: no eres demasiado sensible
A veces tendemos a pensar que somos demasiado sensibles o que estamos siendo exagerados cuando detectamos algo raro. ¡Nada más lejos de la realidad! El cuerpo sabe lo que está haciendo, y si te dice que un lugar o una persona no le gusta, escúchalo.
Es importante entender que la energía negativa no tiene por qué estar relacionada con algo evidente. Puede ser la actitud de alguien, un ambiente cargado de tensiones no resueltas o simplemente el hecho de que una persona está emocionalmente desequilibrada y te lo está transmitiendo. No es que tú estés siendo demasiado susceptible, es que estás conectado con una vibración que no te beneficia.
La importancia de la autoconciencia
La clave aquí es la autoconciencia. Si aprendes a escuchar a tu cuerpo, te será mucho más fácil saber cuándo algo no está funcionando. Si en una conversación sientes que te estás poniendo más tenso, que te cuesta respirar o que te invade una sensación extraña en el estómago, probablemente sea una señal de que esa interacción no te está sumando. En lugar de dejar que tu mente te diga que eres un paranoico, deja de ignorar esas señales.
¿Qué hacer cuando tu cuerpo te rechaza la energía?
Aquí vienen las buenas noticias: hay soluciones. Y no, no tienes que convertirte en un ermitaño aislado de la sociedad para evitar malas energías. Solo necesitas ser más intencional con los lugares, las personas y las situaciones a las que te expones.
1. Aprende a decir no
Es probable que, por intentar agradar a los demás o por no parecer grosero, te veas envuelto en situaciones que no te favorecen. Practicar el no es vital. Aprende a rechazar de manera asertiva lo que no te beneficia, sin miedo ni culpa.
2. Rodearte de lo que te suma
Haz un esfuerzo consciente por pasar más tiempo con personas que te empoderen, que te levanten, que te hagan sentir bien. ¡Es más sencillo de lo que parece! Solo necesitas estar dispuesto a cambiar tus hábitos y a hacer espacio para la energía positiva en tu vida.
3. Practicar la meditación y la autoobservación
Si no sabes por dónde empezar, la meditación es una excelente herramienta para conectar con tu cuerpo y aprender a reconocer las señales de alerta. Solo necesitas unos minutos al día para ponerte en sintonía contigo mismo y, poco a poco, irás entrenando tu intuición.
Escucha a tu cuerpo y elige con sabiduría
Tu cuerpo no es solo un vehículo físico para moverte por el mundo, también es un radar energético. Si alguna vez te encuentras sintiendo rechazo hacia un lugar, una persona o una situación, no te hagas el loco. Tu cuerpo ya está captando señales que tú quizás aún no comprendas completamente, pero él ya lo sabe.
Así que la próxima vez que te encuentres con esa sensación incómoda, en lugar de ignorarla, hazle caso. Porque tu energía es valiosa y, si tu cuerpo te está diciendo que se aleje de algo o alguien, probablemente sea una señal de que esa energía no te está aportando nada bueno. ¡Hazle caso, no eres paranoico, solo estás siendo sabio!